Capitulos:
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1 - par{qcfs28 Tesoros en vasijas de barropar} Por esto, ya que por la misericordia de Dios tenemos este ministerio, no nos desanimamos.
2 - Más bien, hemos renunciado a todo lo vergonzoso que se hace a escondidas; no actuamos con engaño ni torcemos la palabra de Dios. Al contrario, mediante la clara exposición de la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana en la presencia de Dios.
3 - Pero si nuestro evangelio está encubierto, lo está para los que se pierden.
4 - El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
5 - No nos predicamos a nosotros mismos sino a Jesucristo como Señor; nosotros no somos más que servidores de ustedes por causa de Jesús.
6 - Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas,{cf2super [e]} hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo.
7 - Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros.
8 - Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados;
9 - perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos.
10 - Dondequiera que vamos, siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo.
11 - Pues a nosotros, los que vivimos, siempre se nos entrega a la muerte por causa de Jesús, para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo{cf2super [f]} mortal.
12 - Así que la muerte actúa en nosotros, y en ustedes la vida.
13 - Escrito está: Creí, y por eso hablé.{cf2super [g]} Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos.
14 - Pues sabemos que aquel que resucitó al Señor Jesús nos resucitará también a nosotros con él y nos llevará junto con ustedes a su presencia.
15 - Todo esto es por el bien de ustedes, para que la gracia que está alcanzando a más y más personas haga abundar la acción de gracias para la gloria de Dios.
16 - Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día.
17 - Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento.
18 - Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.